La Fecha Especial

¡Que Hongation! Aquí los saludo el Popolvo (y la Vichy les manda slaudos también claro), pues para decirles que de ahora en adelante estaré apoyando al blog más seguido. . Total y dicen "¿Quién carajos es este cabrón?" Popolvo es el "wey" que esciribó eso de los errores de PPT y compartió con toda la comunidad ese artículo de multas. . . En fin, pues para hacer algo especial en mi regreso a este mundo del blog, pues les presento un esnayo que escribí sobre las FARC. La neta, es muuuuuyyy largo, pero es interesante como se defiende lo indefendible. Fue un reto la verdad escribirlo porque como Uds. podrán saber que el decir que las FARC NO son un grupo terrorista es como decir que Somalia es un país lleno de gente amigable, hospitalaria y feliz. En fin, por favor acá les va el ensayo, les repito está muuuuy largo (sin albur), entonces total y lo tendré que publicar en varios "posts".

Por favor no vayan a pensar que todas mis aportaciones van a ser así de socialista ni que la política será un tema siempre presente en lo que publico en este espacio, pero porfavor dejen su opinión sobre el tema. ¿Apoyan a las FARC? ¿Es E.U.A. el gobierno causante del terrorismo? ¿Las FARC son la solución al problema en Colombia?

Ah! como último, les pido que antes de empezar a leer mantengan su mente abierta a nuevas ideas y a posturas que serán bastante contrastantes con lo el sentido común y nuestros valores (son una cultura e ideología distinta, son creeps. .. . .) ¡Disfruten!





VIVAN LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS QUE ESTAN DISPUESTOS A SER LIBRES.

¡VIVAN LAS FARC!


R E S U M E N
El presente ensayo trata la forma en la que Estados Unidos en el ejercicio de su ya conocida demagogia, denomina a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia-Ejercito del Pueblo (FARC-EP) una asociación terrorista, siguiendo intereses económicos y políticos. A lo largo de todo el texto se da cuenta de varias razones por las cuales las FARC están lejos de ser un grupo terrorista, de igual forma se muestra al presidente Álvaro Uribe como un títere de los Estados Unidos y su gobierno, quien es el verdadero terrorista al utilizar fuerzas paramilitares para oprimir este movimiento que da esperanza a la gente. Se presenta el inicio e ideología de las FARC, grupo beligerante que sigue los lineamientos establecidos por los grandes líderes socialistas como el Che Guevara y el general Mao Tse Tung. Asimismo se presenta información y argumentos que justifican la denominación del grupo como un grupo beligerante y no como un grupo terrorista con actividades ligadas al narcotráfico, se denuncia en varias ocasiones la culpabilidad que tienen los Estados Unidos de la represión del pueblo colombiano. Como último, se incluyen los puntos de vista que tiene las FARC sobre varios temas de los cuales el imperialismo a intentado ocultar la verdad a la población global. A lo largo de todo el ensayo se defiende a las FARC como un grupo que busca el bien de la población Colombiana que tiene el apoyo del pueblo rural, y que busca acabar con la extrema brutalidad por parte de las fuerzas del imperialismo norteamericano.


En Colombia, los americanos encuentran razones suficientes que en conjunto con su sentido paranoico fundamentan una oportunidad para su gran negocio: la guerra. El gobierno Colombiano lucha en contra de la violencia interna generada por grupos guerrilleros como lo es el Ejercito de Liberación Nacional quien hoy en día cuenta con más de cuatro mil partidarios instalados especialmente en áreas cercanas a las zonas petroleras (Harnecker); o también como es el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejercito del Pueblo (FARC-EP) presente hoy cada vez más cerca de las ciudades, manteniendo una presencia con sus cerca de veinte mil partidarios en los 1050 municipios en los que se divide la República de Colombia (Chernick). Este último grupo ha sido catalogado como terrorista por Washington en el año 2001 (Counterterrorism), acusado de cometer actos denominados como terroristas tales como asesinatos, atentados, secuestros y el mantener en cautividad durante años a sus víctimas, así como el tener actividades ligadas al narcotráfico. Actualmente es considerado de esta forma en los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (Oppenheimer).

El terrorismo según el DRAE significa una “Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror” (Española). De manera similar para el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos quienes catalogaron a las FARC como terroristas indican que Terrorismo es: el uso de la violencia contra las personas o propiedades violando las leyes vigentes para los propósitos de intimidación, cohesión o rescate (FEMA). Además cabe mencionar que los terroristas tratan de crear un miedo en el público y convencer a los ciudadanos que su gobierno no puede hacer nada para prevenirlo así como también intenta obtener publicidad gratis para su causa. Los actos que incluye para generar las amenazas con asesinatos, secuestros, carros bomba, ataques cibernéticos, uso de armas químicas, biológicas, nucleares o radiológicas. Las FARC no son un grupo terrorista pues ellas no intentan infundir el miedo en la población por medio de amenazas o ataques, ellos son un grupo guerrillero que desde su formación han mantenido frentes directos de lucha contra el gobierno. Ellos llevan a cabo un ataque frontal contra los imperialistas del gobierno controlado por los americanos, quienes son los verdaderos terroristas no sólo de Colombia sino del mundo. Para el año 2002 ya era reconocida la existencia de 150 frentes en todo el país (Brittain). Durante años los insurgentes ejecutaron sus ataques a un micro nivel contra las fuerzas estatales y paramilitares sin forzar al enemigo a continuas guerras de asalto en plena escala, desde el 2005 esta actitud ha cambiado pues son conscientes del gran apoyo y fuerza la que actualmente cuentan. Actualmente Cuba y Venezuela piden que se le denomine como un grupo de insurgentes o un grupo beligerante (AFP). En otras palabras, estos últimos piden que se le llame al grupo por lo que es, no como los intereses internacionales necesitan llamarles. Ya que las FARC desde sus inicios, y hasta hoy que cumplen más de 44 años en la lucha por una sociedad socialista que le pertenezca al pueblo (Colombia.com), y ya no más a títeres de los estadounidenses, siempre han sido un grupo en Pro de los campesinos colombianos. El propósito de este ensayo es justificar las razones por las cuales las FARC no deben ser llamadas un grupo terrorista, asimismo se exponen razones por las cuales el gobierno estadounidense es el verdadero grupo terrorista. Las FARC, grupo beligerante socialista, es desprestigiado por los medios masivos de comunicación, quienes publican supuestas verdades que no son más que mentiras que atacan varios ámbitos de las FARC. Estos ámbitos van desde su participación con el narcotráfico hasta su supuesta relación martirizante que sostienen sobre la población rural, mentira que forma parte de la gran publicidad norteamericana. La dignidad que muestran las FARC en su resistir diario al imperialismo debe ser objeto de admiración de todo hombre justo.


El imperialismo estadounidense ha crecido inconteniblemente durante los últimos años. Su poder e influencia económica y política crecieron durante el siglo XX para hoy encontrarse en lo que parece ser el comienzo de su inevitable caída. Dicho proceso, tanto por razones que nos ha enseñado la historia como por seguir las leyes naturales del comportamiento de la población ocurrirá algún día, pues “Todo lo que tiene un principio, tiene un fin”("Frase Popular"). Tratando de escapar a esta terrible pesadilla que recorre las mentes de los prominentes políticos estadounidenses, buscan la manera de reactivar su economía con el gran negocio de la guerra. Bien se dice que no hay mejor negocio que la guerra, no sólo consideran ellos el gran beneficio que les representa vender tecnología destructiva que seguramente superará considerablemente la capacidad bélica de los adversarios insurgentes o subversivos quienes ya hace tiempo también compraron tecnología americana que hoy es arcaica en comparación con la que adquiere el gobierno considerado como “legitimo”, del mismo vendedor. De igual forma, el negocio de la guerra le permite a los Estados Unidos ganar poder político sobre varios de sus llamados países “aliados”. Estos casi siempre se terminan convirtiéndose en “cachorros del imperio” como los denominaría el presidente Hugo Chávez (Caracas), mientras venden su alma nacional y soberanía sobre sus tierras productoras. A cambio, los estadounidenses ofrecen entrenamiento y herramientas (Suramericanos) que otorgarán a los gobiernos políticamente coloniales, dependientes a lo que decidan los norteamericanos y esclavos de los acuerdos de libre comercio, una supuesta estabilidad y paz social. Esta no es más que una represión disfrazada de orden, progreso y avance tecnológico, como lo es el caso de Colombia. En dicho país el gobierno es monopolizado desde la década de los cincuentas por un partido conservador y uno liberal (Brittain). Ambos partidos laboran de acuerdo a sus propios intereses sin preocuparse por el bienestar de la población colombiana, cada vez en mayor medida obedecen ciegamente a los intereses de los estadounidenses quiénes son sus principales exportadores e importadores de recursos y materias, enriqueciendo aún más a la bestia insaciable de poder y dinero que son los americanos. ¿Pero qué es lo que sucede cuando los americanos no tienen conflictos propios que resolver en contra de pueblos lejanos cuyos nombres, la mayoría de la población no puede siquiera pronunciar? Lo mejor es tomar una actitud paranoica y a la vez falsamente reconciliadora, pues nunca aceptarán un acuerdo que no hayan propuesto. Se creen la “madre del mundo” quien debe velar por el bienestar de todas las naciones y quien debe acabar con todo el mal que agobia al pueblo. Este mal para ellos tiene diversos nombres: terrorismo, narcotráfico, armas químicas, socialismo, expresiones alternativas, despotismo, no democracia, falta de derechos humanos, pobreza entre otros. El Estado Americano clama que la soluciones a estos conflictos, son los valores de democracia igualdad, derecho. ¿Qué democracia puede haber cuando solo se puede votar por quienes ellos eligen? ¿Qué democracia existe cuando asesinan a los verdaderos representantes del pueblo como lo fue Jorge Gaitán en 1948? Es increíble cómo se atreven a proclamar la importancia de los derechos humanos cuando son ellos mismos quienes entrenan a miembros del Ejército colombiano y paramilitares al servicio del presidente Álvaro Uribe, en prácticas de tortura y técnicas de descuartizamiento de personas vivas(Tiempo). Estas son después usadas para generar un terrorismo de estado, mismo contra el cual dicen luchar. Los americanos encuentran enemigos por doquier, inventan adversarios y amenazas. Invariablemente utilizan su fuerza mediática para alcanzar el apoyo al interior de su nación, clasificando a cualquier grupo subversivo y más aún si tienen una ideología con tintes marxistas. Actúan sabiendo el gran daño que causan a las sociedades y culturas extranjeras, pero lo cometen sin el menor remordimiento pues no hay en casa quien se oponga. Ciegan y ocultan los hechos veraces a su población, pocos son los que se atreven a decir lo que auténticamente está ocurriendo en el mundo, ya que después de tanto oír mentiras, estas son tomadas como realidades entre la población global, misma que aísla, ignora y acusa a los portadores de la verdad de sembrar con sus palabras el desprestigio del gobierno de Uribe y con él, el desprestigio a la “madre protectora del mundo” como se considera Estados Unidos.


El gobierno de Estados Unidos claramente llama a las FARC un grupo terrorista por varias razones que obedecen a su maquinaria de control e influencia. Consideremos que la población americana vive sumergida en un miedo a raíz de los atentados del once de septiembre de 2001 (Richelson and Evans), mismo año en el que las FARC fueron añadidas a la lista de grupos terroristas (Counterterrorism; Caspary). El gobierno norteamericano nunca obtendría el apoyo de su población para destinar recursos a un conflicto bélico sin que ellos se sintieran amenazados y en peligro. De hecho, varios grupos de estudio sociológico en Estados Unidos han cuestionado a ciudadanos comunes en centros de reunión tales como plazas comerciales o centros de la ciudad, si es que apoyarían un posible ataque militar a Uzbekistán. Para la sorpresa de los entrevistadores, la mayoría de los entrevistados no puedo siquiera pronunciar el nombre del país, otros pensaron que eran una broma la existencia de un lugar con ese nombre, aunque todos los encuestados estuvieron en contra de dicho ataque. A continuación se les informó que el presidente George W. Bush había dicho que ahí se encontraba una red terrorista. Claro está que dicha declaración era falsa, pero sin pensarlo dos veces, la mayoría de los encuestados se pronunció completamente a favor del ataque(Caspary). Por lo cual, si las FARC son denominadas un grupo terrorista, el americano promedio que aún desconociendo ya no se diga las causas o razones por las cuales luchan sino la ubicación geográfica misma del país colombino, aceptará el envió de tropas y de dinero si tales medidas lo protegerán de futuros ataques. Asimismo, el beneficio que obtiene Washington al dar ayuda económica y entrenamiento militar a Colombia es la deuda que se genera. Esta podrá ser cobrada más adelante, una vez que la “amenaza” haya sido neutralizada, momento para el cual Colombia ya haya vendido su alma a los poderosos imperialistas norteamericanos. Ellos serán quienes repetirán el mismo proceso que han llevado cabo una y otra vez en varias naciones, el cual consiste en controlar la política y asegurarse por diversas vías legales de mantener el monopolio comercial. Los que tendrán los beneficios al final de la batalla serán los adinerados burgueses, empresarios y políticos, ya que será el pueblo colombiano, los campesinos son que sufrirán el dolor de perder la esperanza del desarrollo socialista y rural, así como justicia social que les ofrece las FARC, grupo en ese país que busca un cambio duradero en el gobierno con una ideología marxista, para el bien de toda la población. La situación actual en Colombia ha llevado a la formulación de la frase “E.U.A. pone las armas y Colombia pone los cuerpos.” ¿Cuál es el gran daño que provoca este grupo a los Estados Unidos? No se trata verdaderamente de una amenaza terrorista para el pueblo norteamericano, ni es el conflicto de las más de 169,000 hectáreas de coca (BBC) que se producen lo que en verdad incomoda a E.U.A., ni tampoco me conformo son la lógica explicación de los beneficios económicos que la desaparición de las FARC traería como resultado. Beneficios presentes en la venta de armas al actual gobierno monopolista de Colombia, hoy al mando del terrorista de estado Álvaro Uribe. La verdadera razón por la cual Washington incluyó a las FARC en su lista de grupos terroristas es el miedo que provoca saber que el fin esta cerca, el miedo de saber que las cosas cambiarán pronto y encontrar como única salida resistirse al cambio, acabando con todo lo que es distinto a ellos. Especialmente intentan acabar con el resurgimiento del socialismo en Sudamérica y el mundo, pues saben que dichos países se fortalecen mientras que su nación se debilita. Inútilmente tratan de evitar la cuenta regresiva de su destrucción obstaculizando el avance de los grupos socialistas hacia el poder político. Ellos tratan de acabar con un conflicto del cual no entienden las causas, simplemente utilizando violencia que de ninguna forma puede acabar con la verdadera problemática del país.

Como todo conflicto actual de Latino América, la problemática que hoy representa para varios gobiernos se encuentra enraizada en las convulsiones políticas y sociales que marcaron el siglo XX. La expansión del ideal comunista en la población y esa esperanza del campesino sin tierra de tener un mejor futuro tanto para él como para sus hijos, fue lo que motivó a miles de personas a depositar toda su confianza en una persona. Los pobres, los oprimidos, los explotados; los esclavos de un sistema capitalista en el cual la gente es considerada un simple objeto sin valor y completamente reemplazable fueron los que creyeron en la promesa que les ofrecía Jorge Eliécer Gaitán: abogado, alcalde, ministro, congresista y candidato del partido liberal a la Presidencia de la República de Colombia. Gaitán “no era un hombre, era un pueblo”. Él llevaba la delantera en las elecciones de 1948 para la presidencia de Colombia al tener un gran apoyo de la clase media y baja fue víctima de los intereses empresariales, burgueses, políticos y principalmente económicos el día 9 de abril del mismo año al ser asesinado por Juan Roa Sierra (Braun). Este día marcó el desarrollo de la historia por completo, pues Gaitán era una alternativa a todos los anteriores gobiernos mentirosos que sólo explotan a la población. Al morir Gaitán, miles de personas marcharon hacia el Palacio de Nariño dónde trataron de entrar y exigir la renuncia del presidente conservador Mariano Ospina a quién en ese momento señalaba como el indirecto culpable de la muerte de su gran salvador (D'Angelo). Así se inició una guerra entre conservadores, militares, adinerados y poderosos, dueños de los medios de información así como de la mayoría de los servicios; contra los liberales, que estaban constituidos principalmente por pequeños empresarios, campesinos y obreros.

Los conservadores ordenaron la aniquilación de los insurgentes que exigían el cambio que no pudieron obtener en las urnas al morir su candidato, miles de personas murieron por lo que surgieron grupos campesinos para protegerse de los ataques del ejército nacional (D'Angelo). Así fue como nacieron las FARC, un grupo que busca el librar al gobierno del control que hoy tienen grupos de dinero y extranjeros Norteamericanos, para ayudar al desarrollo campesino y el del país como tal por medio del establecimiento de un gobierno socialista que acabe con la extrema polarización de la riqueza que hay en el país (Colombia.com). Las FARC inician como un grupo campesino por la tierra rural, se convierte en un movimiento socio-político en 1960, siendo apoyado por una población rural sumida en la pobreza. De aquel entonces a la fecha, poco han cambiado las cosas. El 3% más rico controla el 70% de la tierra cultivable, mientras que el 57% subsiste con menos del 3% de esa tierra. Un contraste excesivo se encuentra en la comparación que se obtiene al observar que el 1% de la población controla el 45% de la riqueza nacional (Leech; Clark; CIA). El surgimiento de una ideología como esta, se basa en que actualmente Colombia se encuentra encuadrada en un modelo de economía neoliberal y de completa subordinación a E.U.A. Un pequeño grupo de capitalistas muy ricos dentro de la república tienen la capacidad directa de afectar la política gubernamental y las condiciones económicas. Razón por la cual las FARC se pronuncian como alternativa al partido liberal y el conservador, al ser estos completos títeres.

Esta alternativa es considerada hoy como un grupo terrorista por varios gobiernos como ya se ha dicho, ¿pero qué no bajo esta definición el gobierno de Alvaro Uribe, el de George W. Bush y muchos otros grupos podrían ser denominados terroristas? Se sabe que Uribe mantuvo relaciones con grupos paramilitares y en especial se sabe que con el líder paramilitar Cristian Barreto, responsable de un campo de entrenamiento de paramilitares en el que se enseñaba a los hombres a descuartizar personas mientras están vivas (Tiempo). Dichas tácticas se practicaron mientras Uribe era gobernador de la entidad de Antioquía, más adelante se usarían para castigar y mostrar un ejemplo en la población de pueblos simpatizantes de las FARC. James J. Brittain, reportero inglés, menciona en una de sus investigaciones que las FARC ya “controlaban” por así decirle, varios pueblos. Estos pueblos daban un abierto apoyo a las FARC, en estas localidades era posible observar a la gente conviviendo con guerrilleros sin ninguna muestra de violencia o repudio entre la población. Fuerzas paramilitares de Uribe, llegaban a estos pueblos y no atacaban a la guerrilla sino que infundían el miedo entre la población al atacar y encarcelar a quienes se sospechaba ayudaban a las FARC (Tiempo). Pero en realidad lo que sucede y la verdadera impresión que tiene el colombiano rural, quien lucha cada día por sobrevivir a las inclemencias del clima, a los caprichos del gobierno y a los constantes ataques de grupos paramilitares lacayos del gobierno de Uribe es diferente. Los grupos paramilitares son mucho peores que las FARC o que Al Qaeda, pues siquiera estos grupos mantienen en un estado aceptable a sus presos mientras que estos grupos del gobierno como lo es el grupo Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) utilizan auténticos métodos para infundir el terror entre los hombres que siguen o apoyan al movimiento de las FARC. Los paramilitares mutilan personas como se ha sabido recientemente y al ser descubiertos y denunciados por miembros del partido liberal. Los paramilitares al servicio de Uribe son los verdaderos terroristas, terroristas de estado que evitan el apoyo al grupo beligerante amenazando de sufrir represalias por parte de sus fuerzas. ¿Cuál es la razón que justifica el uso de grupos paramilitares en vez del ejército nacional para combatir a las FARC? La razón es que el gobierno utilizaba y aún lo hace métodos que son en contra de los derechos humanos, por esta razón, el gobierno necesita valerse de estos grupos para lograr someter a la guerrilla sin problemas internacionales. Algunos de estos grupos paramilitares decidieron unirse a la lucha contra el gobierno títere de los intereses internacionales, por lo que los políticos colombianos tuvieron que llegar a acuerdos con dichos grupos para que entregasen las armas. Ahora gracias a la clasificación de grupos terroristas que se les ha impuesto, es más sencillo para el ejército nacional de Colombia actuar, pues se le considera a la guerrilla un enemigo público del pueblo Colombiano que ha de ser exterminado.

Se le considera a las FARC un grupo terrorista basándose en la excusa de que utilizan armamento comprado a verdaderos grupos terroristas como lo son ETA. Cilindros de gas, morteros móviles, lanza granadas de 150mm., armas con un radio de destrucción de 480 metros a la redonda por cada disparo múltiple, entre otras son las armas que utiliza la FARC para luchar contra el gobierno, todas ellas compradas a grupos terroristas. (Man) ¿Pero qué es lo que pueden hacer dichas armas contra los misiles que les compra el gobierno Colombiano a los creadores de armas de Estados Unidos? ¿Qué es lo que podría hacer un pueblo que se defiende con machetes contra gobiernos imperialistas que utilizan armas y misiles que caen desde el cielo por aviones de alto costo? Hay quien dice que las armas utilizadas por las FARC son demasiado potentes e inhumanas, por lo que son un grupo terrorista al no utilizar armas convencionales. Lo increíble es saber que el gobierno de Estados Unidos utiliza uranio en armas convencionales tanto en los conflictos que tiene en Irak como en los conflictos que mantiene en Afganistán (Mundial). Esas son verdaderas armas de destrucción, ellos son los verdaderos terroristas. Asimismo se sabe que miembros del ejército estadounidense así como agentes activos de la CIA entrenaban en la época de Clinton a dichas organizaciones paramilitares.
Aunque es cierto que la lucha armada no es el camino más fácil ni el más diplomático, como dijo el Che Guevara "Un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal. Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleva: a su casa, a sus lugares de diversión; hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de los cuarteles y aún dentro de los mismos; atacarlo donde quiera que se encuentre. Hacerlo sentir una fiera acorralada por cada lugar que transite. Entonces su moral irá decayendo" (Colombia.com). Y es cierto lo que dice, no hay otra forma de lograr un salto en el desarrollo social y derrocar a las clases dominantes reaccionarias para que el pueblo conquiste el poder, Mao Tse Tung. La guerra y la violencia es a lo que se debe recurrir cuando el grupo es ignorado y echado del poder legislativo. Las armas se han de alzar cuando el gobierno abuse de su autoridad para reprimir y crear un monopolio político, cuando se abuse del pueblo y se le dé preferencia a los intereses de los empresarios antes que a los intereses del pueblo, como ha sucedido en Colombia desde hace más de 50 años.

Como se puede apreciar, las FARC son un grupo que sigue las palabras de los socialistas, no intentan sembrar el terror en la población, sino que intentan generar un cambio político por medio de la toma del poder aunque ellos son conscientes que la paz final se alcanzará en una mesa de negociación, cuando los opresores y los oprimidos se encuentren en las mismas condiciones. Nuevamente se muestra en este punto como las FARC no son terroristas, pues siguen una línea de acción que contempla las negociaciones. Verdaderos terroristas son personas como Uribe quien se rehúsa a hablar con la guerrilla (Wilson; Chávez Pidió Sacar a Las Farc De La Lista De Organizaciones Terroristas; AFP) quien está dispuesta a abandonar ciertas de sus actividades como el secuestro así como la liberación de todos sus prisioneros con tal de ser reconocidos como lo que son, un ejército beligerante en búsqueda de un gobierno pluralista, verdaderamente democrático y patriótico. Irónicamente, las tropas estadounidenses y el gobierno Colombiano se atreven a proponer un el nuevo Plan Patriota. Éste fue presentado por los militares colombianos como un preludio para la renovación de las anteriores negociaciones del gobierno con las FARC, las cuales habían sido saboteadas por ellos mismos, pues utilizaban la excusa de convocar una reunión para detener o ubicar ciertos campamentos y ciertos personajes influyentes en el grupo armado. El general Reinaldo Castellanos afirmó: “nuestra actividad y la fuerza con la cual debe ser ejecutada tiene que obligar (a los rebeldes) a sentarse (en la mesa de negociaciones) bajo las condiciones definidas por el gobierno.”(Wilson) En esas fechas, varios campesinos y habitantes rurales confesaron a algunos entrevistadores y reporteros internacionales de medios alternativos, que el general había impulsado a algunas tropas a cometer asesinatos contras civiles, desarmados campesinos y supuestos simpatizantes de los rebeldes. Nuevamente queda demostrada la manera en la que los estadounidenses y el gobierno de Uribe son los verdaderos terroristas de estado, pues ellos afirman querer hablar mientras masacran a cientos de personas por apoyar a las FARC, grupo que se encuentra abierto al diálogo, pero a un diálogo en el cual se pueda llegar algún acuerdo. Las FARC no esperan que un diálogo sea el obedecer lo que el gobierno mande, como varios de los grupos paramilitares lo hicieron.

La relación que sostiene este grupo beligerante en busca “un gobierno pluralista (que estén representados todos los partidos y sectores sociales), democrático y patriótico" según las palabras de su líder alias Tirofijo, con los grupos de narcotraficantes es uno de los argumentos en los que se basa la publicidad norteamericana para desprestigiar al movimiento. Varios reporteros y agencias de información aseguran que el 100% de la producción de coca en Colombia es de las FARC, cuando en realidad este grupo apenas está involucrado en cobrar impuestos a los revendedores, aquellos que compran las hojas a los campesinos. Este impuesto es cobrado por las FARC a los narcotraficantes imitando el impuesto que el gobierno cobra a los ciudadanos, el cual es denominado en las palabras de Hermes, comandante de la guerrilla, “un impuesto de guerra” (D'Angelo). De igual forma, las FARC cobran este impuesto pero no a los campesinos recolectores, sino a los revendedores que son los que obtienen mayores ganancias de este negocio. Cabe mencionar como la cantidad de hectáreas en las cuales se plantaba la coca aumentaron dramáticamente con el auge del Plan de Colombia, alcanzando el máximo histórico de 169,000 hectáreas de coca. La realidad del Plan de Colombia de Clinton fue que la industrialización de los narcóticos fue una monopolización del procesamiento, de la producción, de la distribución interna y del tráfico internacional de la coca por algunos grupos paramilitares al servicio del gobierno y por ende de los intereses burgueses. Como máximo, un máximo de 2.5% de todo el cultivo de coca en el país está ligado a las FARC(D'Angelo; BBC). Estos recursos que se obtienen son necesarios, pues no sólo representan la supervivencia económica de la población en la cual se produzca la coca, sino que también representa la principal fuente de recursos para las FARC, ya que la guerra es un negocio para muchos y los productos que se venden no son nada económicos. Si comparamos la cantidad de dinero que reciben las FARC del narcotráfico contra el dinero que E.U.A. da a Uribe para la lucha contra-insurgente, hoy denominada guerra al terror, nos daremos cuenta que Uribe tiene muchos más recursos destinados a la guerra. ¿Qué puede hacer un pequeño grupo armado contra toda la maquinaria de guerra de los estadounidenses en manos de colombianos? Los estadounidenses son los verdaderos terroristas pues ellos utilizan el poder mediático de informar a todo el mundo por medio de la cadena de noticias CNN, entre otras, la realidad que ellos desean mostrar. Expertos en el uso de la demagogia, utilizan métodos de miedo y terror sobre la población mundial para así lograr un rechazo a un grupo que sigue las ideas marxistas y se enfrenta diariamente al imperialismo. Asimismo utilizan el poder que tienen sobre la gran red del mundo, Internet, para bloquear la página del grupo beligerante así como otros sitios a favor de la lucha, para prevenir que las ideas de los miembros de las FARC sean escuchadas por la comunidad internacional.

De igual forma es importante hacer notar que durante mucho tiempo, hasta el inicio del Plan de Colombia apoyado por el presidente norteamericano Clinton, reforzaba el dominio militar colombiano sobre la administración civil del país, a través de la inyección masiva de dinero norteamericano. Entre 1999 y 2002 Estados Unidos desembolsó 2,400 millones de dólares de los cuales el 81% fue para la compra de armamento (Brittain). Este plan fue promovido para reducir la disponibilidad y la utilización de cocaína en los Estados Unidos, claro ejemplo de cómo este gobierno norteamericano realiza cada uno de sus actos y decisiones si le representa un beneficio real. Lo que el gobierno Colombiano hizo con estos fondos fue destruir algunas hectáreas de plantaciones y eliminar a algunos grupos de narcotraficantes. Nunca ofrecieron una alternativa al desarrollo de la cultura ilícita, solamente se dedicaron a destruir y no a proponer alternativas, pues estos pueblos que se mantienen de dicha plantación ¿Qué sembrarán ahora los campesinos? Las FARC son un grupo que se preocupa por la gente, ellos ofrecen a los pobladores de dichas comunidades a unirse al territorio controlado por la guerrilla. Mientras que el gobierno no hace nada por otorgarle a esta gente una nueva manera de vivir o de salir adelante lejos de la industria del narcotráfico. Al contrario, como verdaderos terroristas sólo se limitan a destruir las plantaciones desde el aire sin dar ningún otro apoyo a la comunidad, siembran el odio en los corazones de los colombianos quienes no tienen nada más que hacer que aguantarse.

La Human Rights Watch declaró que al menos uno de cada cuatro combatientes irregulares de Colombia es menor de 18 años. De estos, miles son menores de 15 años, la edad mínima para el reclutamiento contemplada por los Convenios de Ginebra(HRW.org). El 80% de los niños en armas pertenece a uno de los dos grupos guerrilleros, las FARC o el Ejército de Liberación Nacional (ELN). El resto combate en las filas paramilitares. Las FARC no son un grupo terrorista al no obligar a las personas menores de edad a participar obligatoriamente en el conflicto armado o en la guerrilla. De hecho muchos de los niños que se alistan para obtener alimentos y protección física, huir de la violencia doméstica o por las recompensa que ofrece al guerrilla (D'Angelo). Unos cuantos se incorporan bajo coacción o por miedo. Otro importante grupo de niños que actualmente se encuentran en las filas del las FARC son niños que lucharon en contra de los paramilitares de aún más jóvenes, enfrentamiento en el cual vieron morir a sus padres y vieron como su vida se desvanecía frente a as ojos. Niños de hasta 13 años reciben entrenamiento en el uso del rifle, granadas y morteros. La mayoría de estos niños participa en la guerrilla pues están llenos de odio hacia el gobierno, ello pudieron experimentar en carne propia el abuso de los grupos paramilitares o del gobierno mismo directamente, pues miles son refugiados en la misma Colombia y de entre varios niños que han perdido sus familias ante las represiones y ataques del títere gobierno, deciden actuar de una forma activa contra los que han destruido sus vidas, ayudando a la creación de una sociedad socialista. Las FARC definitivamente no son un grupo terrorista, pues al contrario de lo que afirman varias fuentes publicitarias norteamericanas, este grupo beligerante no ataca con miedo a la población para forzar a algunos de los miembros más jóvenes de la sociedad a participar obligatoriamente en el movimiento.

Cabe mencionar como este movimiento no sólo ha atraído a la juventud Colombiana a seguir sus pasos y formar parte de las crecientes fuerzas de las FARC sino que ha llamado la atención de la juventud de varios países como México (Tortolero), Suiza, entre otros debido a su entero interés en seguir el ideal socialista y alcanzar un mejor gobierno que ayude al desarrollo de gente en Colombia. Esto demuestra que el grupo beligerante recibe apoyo y aprobación de sectores juveniles a nivel internacional, por lo tanto, esto quiere indicar que las FARC son un grupo beligerante que avanza hacia el cumplimiento de sus objetivos socialistas.

La relación que mantiene este grupo con el resto de la sociedad Colombiana es una relación bastante interesante. Cómo se ha mencionado anteriormente, los pueblos colombianos que apoyan a las FARC han sido víctimas de abusos y ataques del gobierno contra ellos pueblo indefenso. Por lo que ahora las FARC se han replegado a las montañas en donde tienen poca relación con los pueblos de manera directa, protegiendo a estos de un ataque de las fuerzas gubernamentales (Brittain). Cabe señalar que los sectores más vulnerables de la población debido a su precaria situación económica, tales como habitantes rurales prefirieron la seguridad que les podían ofrecer la FARC ante los abusos cometidos por los partidos tradicionales (D'Angelo). No hay mejor ejemplo del creciente apoyo a las FARC de que el número de habitantes rurales que entraron en la zona desmilitarizada mantenida por las FARC, adquirida por los insurrectos durante las conversaciones de paz. En esta región se registró una inmigración de cerca de 740 mil colombianos que se encontraban de acuerdo con lo que la guerrilla propone (S. Wilson). Las FARC no son un grupo terrorista que siembra el miedo en la población general, pues si lo hiciera, esas 740 mil personas no hubieran migrado a las tierras controladas por las FARC. Muchos preferían vivir en el refugio seguro de las fuerzas revolucionarias para después crear proyectos alternativos de desarrollo basados en la comunidad. Las FARC son la verdadera ley en algunas poblaciones de Colombia como lo indica el sacerdote católico italiano Jacinto en un documental titulado “El origen de las FARC”, la gente rural se siente más confiada al resolver sus conflictos familiares o judiciales con la guerrilla, que con el gobierno. Un gran porcentaje de la población rural no cree en el gobierno y los que lo hacen, están consientes de que en caso de necesitar algún apoyo, la guerrilla les podría ayudar más que el gobierno como lo hace Freddy, un cultivador colombiano quién perdió su pequeño negocio pero que recibe ayuda de las FARC para poder sacar a sus hijos adelante (D'Angelo). Las FARC son reconocidas como autoridad en ciertas poblaciones y hasta miembros del gobierno han sido expulsados del ejército por denunciar a los verdaderos causantes de las atrocidades, los paramilitares. Carlos Velásquez fue segundo comandante en el ejército Colombiano, el advirtió a sus comandante a otros rangos superiores que era grave no actuar contra los paramilitares, claro está que se le dio de baja por desleal a raíz de estas recomendaciones. Así queda plasmada la opinión de un grupo beligerante en la población colombiana, como un grupo que inspira respeto pero acompañado por miedo entre los sectores rurales, aunque sinónimo de peligro para las clases altas quienes están contaminadas y cegadas por la publicidad norteamericana. Los privilegios de estas clases altas se verían afectados si se diera el establecimiento de una sociedad socialista pues el esclavismo asalariado que los ha llevado a tener los recursos económicos que tienen, se acabarían al representar todo lo que se busca eliminar con el establecimiento de esta sociedad. Las FARC buscan un mejor nivel de vida para los colombianos, son los gobiernos controlados por los americanos quienes asesinan y amenazan al pueblo para lograr obtener sus objetivos, actos que según la definición del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (FEMA), el gobierno colombiano es un terrorista. Según esa definición de terrorismo, el gobierno de Estados Unidos es terrorista, hasta en un sentido extraño la Iglesia católica sería terrorista al causar miedo del infierno en sus fieles para alcanzar sus objetivos que son que la gente siga la religión. Etiquetar movimientos revolucionarios marxistas como “terroristas” es un término sin significado, es solamente una forma de clasificar todo lo que Washington D.C. y la Casa Blanca consideren como una amenaza para sus intereses económicos y políticos.

En conclusión, el actual gobierno del títere Álvaro Uribe, quien obedece a los deseos de Estados Unidos, dirige un país en que el terrorismo de estado es permitido pero la libre lucha por un gobierno pluralista, democrático y patriótico es obstaculizada y castigada fuertemente. Colombia actualmente es una república en la cual el asesinato de militares y paramilitares apoyados por el Estado quedan impunes. El pueblo colombiano se ha mantenido firme en su apoyo a las FARC aún cuando fueron fuertemente afectadas sus comunidades por esta impunidad imperante en la república donde el uno por ciento de la población acumula el 45% de la riqueza es quien se encarga de dar una imagen negativa del heroico grupo que son las FARC, claro testimonio del espíritu humano. Culparlos de cientos de crímenes causados por los grupos paramilitares creados por el gobierno para actuar libremente contra la guerrilla es una cosa, pero etiquetar aun movimiento socialista con un término tan poco específico y de varias implicaciones sociales, no hace más que dejar ver la desesperación en la que se encuentran los Estados Unidos pues a más de 44 años de creado el grupo beligerante (como debería de ser llamado, pues eso es precisamente lo que es), no han podido detener su avance. Ni siquiera con la implementación de planes tales como el Plan Colombia de Clinton o el Plan Patriota de Bush/Uribe, las FARC han retrocedido u olvidado la razón por la cual luchan. Sino que gracias a su imperante enfrentamiento a las fuerzas imperiales dejan ver quién es en realidad el terrorista a quien se le debería de encarcelar y juzgar en una corte internacional, este siendo el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Ya que ellos son creadores de conflictos para su gran negocio que es la guerra, crean problemas y después los tratan de resolver para ganar ventajas políticas que poco consideran el bienestar del pueblo nativo (si es que lo hacen en algún momento). Los americanos son los verdaderos terroristas del mundo y no las FARC, pues Bush y sus lacayos siembran el miedo tanto en su población nacional como en la global. Los americanos dirigen el miedo hacia un grupo socialista con tal de amenazar y convencer a la gente con mentiras publicitarias que obedecen a sus intereses. Alcanzan su objetivo de continuar con el negocio de la guerra, retrasando así su inminente caída. Es doloroso notar a lo que tiene que recurrir la gente para poder hacer que sus ideas sean escuchadas, como se planteó en el desarrollo de este ensayo, la lucha armada no es la mejor forma de obtener el cambio que se necesita, pero no le queda a los revolucionarios otra salida más que la lucha armada cuando todos los canales de diálogo son controlados por los enemigos brutales.

Las FARC demuestran que el apoyo consciente de clase a la revolución puede ser creado en poblaciones sujetas a la más extrema brutalidad por parte de las fuerzas del imperialismo norteamericano y de la oligarquía asesina colombiana. Asimismo son un ejemplo de cómo la voluntad libertadora y la solidaridad de la gente, exitosamente se mantiene como una opción en la geopolítica económica contemporánea.

VIVAN LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS QUE ESTAN DISPUESTOS A SER LIBRES.
¡VIVAN LAS FARC!










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